Páginas de Demetrio Calle Martínez

AUSTRIA en tren

En este viaje de diez días hemos tenido ocasión de visitar cuatro ciudades austriacas (Viena, Graz, Salzburgo e Innsbruck) desplazándonos en tren con el fin de admirar mejor sus fantásticos paisajes. La red ferroviaria austriaca es eficiente y los billetes pueden adquirirse por internet con facilidad y a buen precio siempre que lo hagáis con suficiente antelación.

Podéis combinar las visitas a las ciudades como mejor os parezca pero mi opinión es que Viena y Graz deben ir separadas de Salzburgo e Innsbruck para organizarse mejor en cuanto a los desplazamientos. En la oficina de turismo austriaca podéis encontrar toda la información al respecto (visitas, eventos, vuelos, reservas, alojamientos), así como solicitar que os envíen mapas, folletos, etc. La web es: http://www.austria.info/es .

Viena

La capital de Austria es una de las ciudades europeas con mejor nivel de vida. Podréis captarlo en cuanto empecéis a pasear por sus calles. Se nota rápidamente que fue capital de un Imperio. Aquí os recomendaré algunas de las visitas que considero imprescindibles. Para mayor información podéis acceder a los cientos de webs que hablan de viajes y turismo en Austria.

Una galería de las fotos que realicé y que incluye los sitios más interesantes de Viena, podéis ver y descargar en este enlace.

Casco antiguo

Sin duda una de las joyas de Viena es la Catedral gótica de San Esteban y las callejuelas anexas a la Stephansplatz. Tanto el interior como el exterior de la Catedral son dignos de dedicarle un buen rato y se os puede ir gran parte de la mañana o de la tarde si pretendéis conocerla en profundidad. También podéis visitar las catacumbas (Katakomben) que son en realidad el resultado de la unión de criptas funerarias de diferentes épocas (siglos XIV al XIX). Cerca de la Catedral, en el número 5 de la calle Domgasse, se encuentra la Figarohaus, casa en cuyo primer piso habitó Mozart y compuso entre otras obras Las bodas de Figaro. Hoy es un Museo (Mozart Wohnung) donde se exponen recuerdos personales del músico, grabados, muebles y copias de partituras.

En la zona de la Catedral, muy cerca está el Graben, o centro comercial de la capital. Era un antiguo terraplén romano. Hoy es una plaza llena de palacios y casas barrocas. Tiene en su centro la fuente Pestsäule o columna de la peste, erigida como recuerdo a la finalización de la epidemia de peste que asoló la ciudad en 1679.

También en el casco antiguo, en el lado septentrional del Graben, podéis ver la iglesia de San Pedro (Peterskirche) en cuyo interior hay varios retablos y frescos muy interesantes así como el grupo escultórico en madera dorada de San Juan Nepomuceno y las reliquias de San Benito y San Donato procedentes de las catacumbas de Roma.

Hofburg y alrededores

Hofburg es el Palacio Imperial. Fue la residencia oficial de los Habsburgo desde 1283 a 1918. Está formado por un conjunto de edificios de diferentes épocas con casi 2500 dependencias. Entre ellas destacan las habitaciones imperiales, el Museo Sisi, la Escuela Española de Equitación, el Museo de la Mesa y Platería de la Corte, el Ala Leopoldina, el Ala de la Cancillería Imperial, la capilla de Corte, el Museo del Tesoro Imperial, las caballerizas de la Cortey un largo etc. Guardan una cantidad extraordinaria de tesoros como por ejemplo la corona y las joyas imperiales. Es una visita imprescindible.

En el exterior de este gran complejo podéis ver la iglesia de San Miguel, de estilo neoclásico, en la Michaelerplatz. El interior conserva el estilo gótico primitivo. Destaca el relieve barroco La caída de los ángeles rebeldes. También en el exterior encontraremos el amplio patio denominado In der Burg (en el castillo) con el monumento en bronce dedicado a Francisco José I, y el Volksgarten o jardines del Pueblo, donde destacan el monumento dedicado a la emperatriz Isabel, erigido inmediatamente después de su asesinato en 1898, el templo de Teseo, el Cortische Kaffeehaus, que es un café-restaurante neoclásico, y el monumento al poeta austriaco Franz Grillparzer. Podéis continuar visitando Burgtor, la puerta del castillo, y el Neue Burg (Castillo nuevo), que se construyó como una ampliación del Palacio Imperial. Y si lo vuestro son los museos, en esta zona tenéis el Museo Éfeso, que contiene los objetos de todo tipo de los siglos I al IV obtenidos en las campañas de excavación de Éfeso (Asia Menor), el Papyrusmuseum, con más de 130.000 papiros egipcios, y el Museo Etnológico, uno de los más ricos del mundo en cuanto a colecciones que contiene.

Merecen un capítulo aparte dos palacios, uno el Albertina, situado sobre un contrafuerte del bastión de los Agustinos que formaba parte de las fortificaciones de la ciudad. Hoy es uno de los museos más importantes del mundo dedicado a las artes gráficas. El otro, situado en una prolongación hacia el norte de la Albertinaplatz, el Palacio Lobkowitz, antiguo centro de la vida musical vienesa y hoy sede del museo del Teatro.

También merece una referencia aparte la Biblioteca Nacional, impresionante. No dejéis de visitarla. Contiene más de 2.500.000 volúmenes y miles de mapas, manuscritos, documentos, retratos, etc. etc. Se puede subir una escalera barroca y visitar la Prunksaal, inmensa sala que ocupa todo el edificio y que contiene más de 200.000 volúmenes de los siglos XVI y XVII y cientos de incunables.

Frente a la entrada de la Biblioteca, a un lado de la Josephsplatz, está la Iglesia de los Agustinos donde destaca el cenotafio de la archiduquesa María Cristina y algunos lienzos de los siglos XVII y XVIII.

Muy cerca, en la Neuer Markt (Plaza del Mercado Nuevo), se encuentra la Iglesia de los Capuchinos, donde se puede visitar la impresionante Cripta Imperial, lugar donde están enterrados todos los miembros de la dinastía de los Habsburgo. Por supuesto que de todas las salas que contiene la cripta, la más visitada es aquella donde están los sarcófagos del emperador Francisco José, su esposa Isabel de Baviera (la célebre Sisi) y su hijo Rodolfo. Pero de todos los sarcófagos, sin duda el más impresionante es el fastuoso sarcófago doble de la emperatriz María Teresa y su consorte Francisco de Lorena.

Belvedere

Es una de las residencias principescas más bellas de Europa. Fue mandada construir por el príncipe Eugenio de Saboya como residencia de verano. En la actualidad alberga la Galería de Arte Austríaco que se halla dividida en varias secciones. En el Belvedere inferior podréis admirar la Galería de los Mármoles, la Sala de los Grutescos y la Sala de Oro. En el Belvedere superior se pueden visitar la Sala de Mármol y la Galería de Artistas Austríacos que contiene las obras de estos artistas desde la Edad Media hasta la actualidad, destacando la importante colección de pinturas de Gustav Klimt.

Son maravillosos los jardines que se encuentran entre los dos edificios principales.

Belvedere es una de las visitas que no podéis dejar de hacer al visitar Viena.

Schönbrunn

Este Palacio de estilo barroco es el más famoso de Viena. Su excepcionalidad hizo que la UNESCO lo declarara Patrimonio de la Humanidad. Fue en su tiempo la residencia de verano de los Habsburgo y se usó en sus comienzos como pabellón de caza. A lo largo de la historia fue utilizado para acontecimientos importantes. En él Mozart tocó para la emperatriz Maria Theresia a la edad de 5 años. Su extraordinario parque imperial alberga el zoo más antiguo del mundo. Desde la glorieta de arriba se pueden ver unas increíbles panorámicas de Viena.

La visita conviene hacerla con audioguía. Así iréis siendo trasportados al pasado y conoceréis mejor como era la vida de los emperadores en aquellas estancias. Destacan las dependencias de Francisco José, el salón de la emperatriz Isabel, las dependencias de Maria Teresa, la capilla, la sala de guardia, y sobre todo, la Gran Galería, grandioso salón de fiestas de estilo rococó que aún hoy se utiliza en ceremonias especiales.

Como en los casos del Hofburg y del Belvedere, es una visita imprescindible. Podéis llegar hasta el Palacio en el metro U4.

Otras visitas interesantes

Sin duda hay montones de cosas más para ver en Viena pero si os queda tiempo no dejéis de visitar el cementerio de San Marx (en las afueras, tomando el tranvía 18 y bus 74A) donde se encuentra enterrado Mozart en una fosa común de localización incierta. Hay un monumento conmemorativo del músico al final del pasillo central a la izquierda. No confundirlo con el Zentralfriedhof o cementerio central (tranvía 71) donde están enterrados Strauss, Schubert y Beethoven.

También podéis recorrer los grandes edificios del anillo (Opera, Parlamento, Ayuntamiento, Burgtheater) que fueron construidos en la época de Francisco José I.

Por último no dudéis en visitar sus numerosas cafeterías donde degustaréis el melange(típico café suave vienés) y las exquisitas tartas de chocolate y amapola o el strudelde manzana y requesón.



Salzburgo

Por algo la llamarán la Roma de los Alpes. Su centro histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1997. Entre los siglos XVI y XVIII la ciudad de los príncipes-arzobispos fue uno de los principales centros culturales europeos. Esto unido a su excepcional situación en la gran llanura del río Salzach y la gran tradición musical que posee la hacen un destino ineludible en nuestra visita a Austria.

Os recomiendo que compréis a la llegada la Salzburgo Cardque incluye todos los transportes y descuentos en todos los museos, funicular, etc.

Si queréis acceder a una galería de fotos completa de la ciudad podéis pulsar en este enlace.

Altstad occidental

Podéis empezar vuestro recorrido por la Altstad o parte antigua de la ciudad en la plaza central, la Hanusch Platz, al lado del río. Desde aquí hay una panorámica magnífica del castillo, del río y sus alrededores. Acercaos paseando a la plaza de la Universidad (Universitäts Platz) y a la Plaza Herbert von Karajan (Herber von Karajan Platz). Bulliciosas como ninguna otra plaza de la ciudad. Todos los días hay mercadillo en las calles de alrededor. Aquí se encuentran la Universidad y el Palacio de los Festivales de Salzburgo. Muchísimo ambiente. Alrededor de la primera plaza hay varias casas de los siglos XVI y XVII con patios porticados (Durchhäuser). La segunda de las dos plazas citadas está dominada por la pared rocosa del nchsberg, al cual se haya adosado el Hofmarstallschwemme, antiguo abrevadero para caballos. Continuad hacia la Alter Markt, o plaza del mercado viejo, donde se encuentra el famoso café Tomaselli (desde 1708), lugar donde Mozart y la elite de la ciudad tomaron más de un café. Ocupa una parte del edificio donde vivió la esposa de Mozart. Los edificios de esta parte de la ciudad guardan aún todo su sabor antiguo. También destacaré la Florianibrunnen o fuente de San Florian, de 1734, en el centro de la plaza.

En esta parte de la ciudad destaca también la Franziskanerkirche o iglesia conventual de los franciscanos, con varios estilos arquitectónicos. Tanto su interior como su exterior bien merecen una visita detallada. Cerca de ella está la abadía benedictina de San Pedro (St. Peter Erzabtei) con su iglesia conventual de planta basilical románica, la fuente de San Pedro y el museo Johann Michael Haydn. Al lado derecho de la iglesia está el cementerio de San Pedro con la capilla gótica de Santa Margarita en el centro. Es el cementerio más antiguo de la ciudad y aún se utiliza. Podréis ver la fosa común donde fueron sepultados Michael Haydn y Nannerl Mozart, la capilla de Santa Gertrudis del siglo IV, dedicada a Tomás Becket en 1178, y la capilla de San Máximo excavada en el siglo III.

Altstad oriental

Podemos empezar nuestro recorrido por la Dom (Catedral) y sus dos plazas contiguas, Residenzplatz y Kapitelplatz. Frente a la Dom, en la Domplatz, es frecuente ver montado un gran escenario donde tienen lugar numerosos espectáculos. En su centro hay una estatua dorada de la Virgen colocada sobre un pedestal con cuatro imágenes alegóricas. Ni que decir tiene que el interior de la Catedral y su Museo son visitas imprescindibles en Salzburgo.

La Residenzplatz, muy animada, está dominada por la fachada de la Residenz y se une a la catedral por un pasaje elevado sobre los arcos que comunican ambas plazas. En su centro está la Residenzbrunenn, fuente barroca con cuatro caballos de mar que emergen del agua y atlantes que sostienen el recipiente superior. La Residenz fue la residencia oficial de los príncipes-arzobispos de Salzburgo. Su visita es muy recomendable. Contiene un buen número de salas exquisitamente decoradas con pinturas de importantes artistas y tapices y objetos diversos de los siglos XVI al XVIII. En la tercera planta se ha instalado la Residenzgalerie, galería de pintura que contiene las obras más importantes de numerosos artistas así como exposiciones temporales.

Cerca está la Mozartplatz, con algunas casas antiguas y el monumento a W. A. Mozart en su centro.

En la Kapitelplatz se encuentra el palacio arzobispal (Erzbischöfliche Palais) construido en los siglos XVII-XIX. Delante de él hay un antiguo abrevadero de caballos decorado con el grupo escultórico Neptuno acompañado por tritones, de 1732. Saliendo de la plaza por la derecha entramos en la Festunggasse que asciende a la estación de salida del funicular que nos llevará hasta la fortaleza de Hohensalzburg y continúa hasta el interior de la propia fortaleza.

Podemos completar el recorrido por los alrededores de la Dom con una visita a dos museos importantes: el Museo de Salzburgo y el Museo Panorama. En el Salzburger Museum encontramos la historia, la cultura y el arte de la ciudad y del Land de Salzburgo. Podréis admirar también unos magníficos techos estucados dela época de su construcción hacia finales del siglo XVI. Entre su importante contenido destacaré el vaso de Dürrnberg, obra maestra de la Edad del Hierro (año 400 a.C.) y el retablo La Adoración de los Magos. El Panorama Museum exhibe el Salzburger Panorama 1829, famosa pintura de 26 m de larga con la vista panorámica de Salzburgo desde la fortaleza. Unos prismáticos colocados sobre una plataforma permiten ver todos los detalles de la pintura.

Fortaleza Hohensalzburg

Domina la ciudad desde sus 542 m de altitud y se ve casi desde cualquier lugar de la misma. Se trata de una de las mayores construcciones militares que se realizaron en Europa Central durante la Edad Media. Desde sus murallas podréis disfrutar de una vista magnífica de la ciudad, del río y de las montañas de alrededor.

Se puede acceder a la fortaleza en funicular o paseando por la colina sobre la que se aposenta. En este último caso podéis disfrutar de las calles medievales que lo rodean. El interior merece una visita detallada que os puede ocupar toda la mañana y parte de la tarde si queréis conocerla a fondo. Alberga el Burgmuseum, el Rainermuseum, dedicado al célebre Regimiento de Salzburgo, y el Marionettenmuseum, que exhibe una bonita colección de marionetas. En el patio central, o Burghof, hay una antigua cisterna y un enorme tejo milenario. En una esquina está la Georgskirche, iglesia de 1501 de estilo gótico tardío. Otras dependencias son la Galerie, con retratos de los príncipes-arzobispos, y la Falterkammer, o sala de tortura. En la Trompeterturm se encuentra el famoso órgano gótico de 1502 Toro de Salzburgo. En la planta tercera se encuentran las cámaras de los príncipes con el célebre saloncito de oro o Goldene Stube. También la Goldene Saal o sala de oro y la Hauskapelle o capilla privada del arzobispo Leohnard von Keutschach que conserva en el altar La Coronación de María, del siglo XV.

Jardines de agua y Fuentes del Palacio de Hellbrunn

Hay que tomar el Obus nº 25 para llegar al Palacio de Hellbrunn. Fue la residencia de verano de los príncipes-arzobispos. Lo mando construir Markus Sittikus copiando modelos italianos. Para visitarlo se entra por turnos cada 10 minutos. Si estáis temprano os evitaréis las aglomeraciones pues es uno de los sitios más visitados de Salzburgo. Si queréis conocerlo con detalle os llevará toda una mañana.

Se empieza por una visita guiada a las fuentes de agua. Las fuentes echan agua con mecanismos muy sofisticados, algunos realmente asombrosos. Hay hasta un teatrito de títeres que se mueven con el agua. En algunas salas o cavernas hay surtidores escondidos que los guías ponen en funcionamiento cuando les parece bien para mojar a los visitantes, así que id preparados con ropa de repuesto.

También es recomendable un paseo por los extensos jardines del Palacio. En los estanques hay enormes esturiones. Desde aquí os podéis dirigir a las dependencias del propio Palacio y ver las habitaciones que usaba el Príncipe-Arzobispo. Una está dedicada a los peces, otra a los pájarosHay sala-comedor y, al fondo, dos salas decoradas con pinturas romanasen los techos y paredes. Son muy bonitas.

Por encima de los jardines, en una colina, está situado el Volkskundemuseum o Museo de las costumbres populares. Se accede a él por un sendero entre bosques de avellanos, pinos, etc. La vista es magnífica y el contenido del museo es interesante (muebles, preciosas máscaras).



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© Demetrio Calle Martínez