OPORTO en dos días: Cuaderno de viaje
Oporto es una de esas ciudades que merece la pena visitar. Así lo pensamos nosotros y pronto nos decidimos. Lo malo es que sólo teníamos tres días (reducidos a dos si tenemos en cuenta el tiempo de viaje), y muchos kilómetros por delante. Pero mereció la pena. En sólo dos días reales se pueden hacer muchas cosas cuando cuentas con un grupo de amigos como el que os presento a continuación. Mirad las fotos. Aquí os detallo únicamente un pequeño recorrido por la ciudad y sus sitios de interés. Los pormenores del viaje los guardo en mis cuadernos personales que no están accesibles en internet.
Los protagonistas somos: Meli, Susana, Mª Carmen, Rafa y yo mismo.
Día 1
Completamos el grupo entre Málaga y
Sevilla y sin más preámbulos iniciamos el viaje guiados siempre por “Vanessa”
nuestra GPS con voz sensual. Una paradita en Tavira, bello pueblo portugués para reponer fuerzas a base de bolhos de arroz y pastelitos de crema
acompañados de un buen café o té. Si tenéis tiempo, es muy recomendable que
paréis unas cuantas horas en este lugar y lo visitéis a conciencia.
Por el camino, para ambientarnos, vamos
oyendo algunos fados. Os recomendamos dos títulos: Fado portugues
y É uma casa portuguesa. La comida la hicimos
en un restaurante de carretera, O cavalho lusitano
y entre bromas y risas tomamos sopa de légumes
rica y calentita, bacalhau á brasa y café,
bolhos y pastelitos de crema. Seguimos hacia
Oporto, el paisaje va cambiando. De valles y praderas de herbáceas y gramíneas
vamos pasando a bosques de eucaliptos y pinos asentados en terrenos con una
orografía más escarpada. Pequeñas paradas en el camino para tomar té preto zumos y pasteles. Nos acercamos a Oporto. La
densidad del tráfico aumenta. Además hay obras en la
calzada de la autopista que ralentizan la marcha.
¡Y llegamos a Oporto en medio de un buen atasco! “Vanessa” nos lleva hasta la misma puerta del hotel Vila Gale Porto, muy recomendable por sus instalaciones y por el trato del personal, al que agradecemos desde aquí su disponibilidad hacia nosotros en todo aquello que necesitamos.
Paseo nocturno y ambiente
Es recomendable dar un paseo nocturno
por los alrededores de la estación
de Sâo Bento, pues desde aquí se accede rápidamente a
la zona de la Catedral y Palacio Episcopal. Cerca queda también la Cámara
Municipal. Se puede ver una vista espectacular de las dos orillas del Duero,
con todo iluminado y el colorido diverso de los anuncios de las bodegas del
vino de Oporto. Destaca también la iluminación del Monasterio del Pilar.
Cuando el hambre no nos dejó seguir,
encontramos por sorpresa un lugar muy agradable para tomar unas tablitas de
jamón y queso y un buen vino de Oporto. Se trata del Guarany,
donde podéis oir música y bailar hasta tarde (ved aquí el baile de las chicas). Es un
local con muy buen ambiente y de los pocos que están abiertos en el centro de
la ciudad a estas horas. Entre risas y alegrías terminamos la noche en una cabina telefónica, llamando a no sé quien. Ya es tarde y los 900 km de hoy hacen mella, así que
nos marchamos al hotel.
Día 2
En la habitación, preparamos
el recorrido de hoy. Después de un buen desayuno en la plaza Campo 24 de agosto, que nos deja tan
contentos (ver foto), bajamos hasta la iglesia de San José, fácilmente reconocible por
los azulejos de color azul que recubren todas sus fachadas. Os recomendamos
también una visita al mercado del Bolhao, muy bullicioso y con aire romántico. Podéis encontrar casi de
todo desde canela en rama liada en pequeños paquetitos con flores hasta patos y
palomas vivos. Podéis continuar la visita hasta la
Cámara Municipal de la ciudad, con un observatorio desde el que se ve una
bonita panorámica. Detrás está la iglesia de la
Trinidad.
Mientras los demás ven la iglesia, Susana y
yo buscamos en el plano la calle donde se encuentra una librería preciosa. No
os la perdáis: se trata de la librería Lello e Irmâo. Pasead un rato
por su interior, ved sus estanterías, vidrieras, lámparas e incluso tomad
dentro un té o café. Y comprad algo, claro. Muy cerca de la librería, se
encuentra la iglesia de las Carmelitas,
también muy recomendable. Y frente a ella podéis tomar el tranvía turístico que os llevara a hacer una
bonita ruta por la orilla del Duero. Veo a Rafa muy atento al funcionamiento
del antiguo tranvía. Llegad hasta Cais Ribeira y admirad las casas con fachadas de colores, la iglesia de San Francisco y el bullicio de gente en las pequeñas plazas, fuentes y calles
empinadas. Caminad hasta el puente de D. Luis
I (al fondo en la foto) y cruzad a la otra orilla para visitar algunas de
las bodegas que han dado tanta fama al vino de Oporto. Podéis hacer una parada
para comer en alguno de los muchos cafés-restaurantes de la orilla. Nosotros lo
hicimos en el Sâo GonÇalo y
dimos buena cuenta de misto de peixe, tripa moda porto, espetada, bacalhau
a brasa…y unos postres estupendos (toucinho do céu, doce da avo..). Meli nos lee los posos del café y nos cuenta cuál va ser nuestro futuro. Mª Carmen va
a ser la más afortunada, al parecer, lo cual nos alegra mucho a todos. Frente a
los bares podéis ver las barcazas que
llevaban los toneles con el vino.
Si queréis tener una panorámica estupenda
de esta orilla del río (Vila Nova de Gaia), del puente de D. Luis I y del
Monasterio del Pilar, lo mejor es que toméis el funicular que va ascendiendo
por el borde de la muralla fernandina. Desde ahí caminad un poco hacia la iglesia de Santa Clara: merece la pena detenerse
un rato a ver su interior. Barroco espectacular. Completamos la visita yendo
hacia la Catedral y el Palacio Episcopal pasando por uno de los
barrios más típicos de la ciudad. Meli y Mª Carmen
descansan frente a la Catedral después de visitarla. Susana pasea hasta un
mirador cercano (muy recomendable) mientras Rafa y yo hacemos fotos del
entorno.
Descanso y ocio nocturno
Para tomar un café podéis ir hacia el Magestic, muy
famoso, situado en el centro comercial de la ciudad. Para cenar, os recomendamos
la Casa de
Fados “mal cozinhado”,
donde os acompañarán varias cantantes de fados, que cantarán varias piezas mientras dure la cena. A Susana se le saltan
las lágrimas cuando las oye. Los demás estamos muy atentos a las cantantes, a
los guitarristas y al ambiente general del local. En este restaurante, seguro
que os recibirán muy bien (ver foto). Para
bailar un rato o tomar una copa, podéis ir hacia la orilla de las bodegas: hay
discotecas casi al aire libre. Nos hacemos fotos bailando
en la calle, frente a unas esferas transparentes de colores. Bueno, vaya día bien aprovechado! Pero hay que irse a
descansar, mañana espera un largo viaje de vuelta.
DÍA
3: LA VUELTA. SANTAREM.
Desde la ventana, por la mañana, podemos
ver una vista muy bonita de Oporto. Tras
desayunar en el hotel, terminar de hacer las maletas, dejar lista la
cuenta…etc. salimos de Oporto un día maravilloso de sol (como los dos
anteriores). Habíamos decidido parar en Santarem, la ciudad del gótico. Dejamos aparcados
los coches cerca de la plaza Sá
da Bandeira, centro de la ciudad. Ahí están la capilla
da Piedade y la iglesia jesuita do Seminario. Desde ahí paseamos hacia el mirador sobre
el Tajo pasando por una antigua basílica románico-gótica, Sâo Joâo
de Alporao, en la rua Serpa Pinto. Seguimos hacia el Jardim
Publico, con una bella
panorámica sobre el Tajo. Hay restos de antiguas murallas que crean rincones especiales donde nos hacemos fotos.
Hago fotos también de las chicas sentadas en la
muralla que da al Tajo. Descansamos un rato en este tranquilo lugar
haciendo recuento de todo lo vivido en estos dos días, que ha sido mucho y
bueno. Muchos besos (de los que no pongo las fotos, claro). Nos reímos un rato
(ver foto). Y seguimos camino, que aún
quedan muchos kilómetros. Paramos otra vez en O cavalho lusitano
a reponer fuerzas. Y seguimos camino hacia Sevilla…Málaga. Se acabó. Sólo queda
por decir ¡un viaje genial!
Oporto (Selección de imágenes en miniatura que
se encuentran en el texto). Si queréis verla como presentación de diapositivas,
pulsad aquí o en cualquiera
de las fotos de abajo.
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