Páginas de Demetrio Calle Martínez

 

KENIA Y TANZANIA: Una expedición por sus Parques y Reservas Nacionales

 

Pocos viajes pueden resultar tan atractivos para un biólogo como el que os relato a continuación. Normalmente, para las personas que trabajamos en los aspectos relacionados con la naturaleza, África es uno de los destinos preferidos. Desde pequeños nos han sorprendido las imágenes de leones, elefantes, jirafas… en la sabana africana. De mayores, ciertos libros, películas, relatos de viajeros… nos han persuadido aún más si cabe que hay que viajar a África, a ver in situ todo aquello que nuestros ojos han visto en papel o en cine y televisión. Al fin, en Agosto de 2006, ese sueño de niño se hizo realidad: el vuelo KQ0119 de Kenia Airways tomaba tierra en el aeropuerto Jomo Kenyata de Nairobi, después de más de 8 horas de vuelo desde Ámsterdam. Empezaba la aventura para Fernando, Roberto y yo mismo. Qué pena que José y Mariola hayan tenido que anular el viaje a última hora.

 

 

               

En el lago Natron. Al fondo, el mítico Oldoinyo Lengai                                     En Masai Mara

 

 

Si sólo os interesan las fotos de este viaje, podéis ahorraros el rollo que cuento a continuación e ir directamente a los siguientes enlaces, donde he colocado unas 200 fotos en total:

 

http://lostejosmilenarios.spaces.live.com

http://lostemenos.spaces.live.com

http://cienciaydocencia.spaces.live.com

 

Si sólo interesa la información relativa a la subida al Kilimanjaro, pulsar aquí

 

Cuaderno de viaje

 

Sábado 5 de agosto 2006: Nairobi

 

Nuestro guía en Kenia, Paul, nos espera a la salida del aeropuerto y tras las presentaciones de rigor nos lleva al hotel. La primera información que nos da es que aquí, en Kenia, los hombres pueden tener varias mujeres siempre que ellos sean lo bastante fuertes. Cruzamos varias avenidas oscuras antes de llegar al hotel Silver Springs. Hay mucho humo y ruido de vehículos en las calles. Después de tantas horas de avión desde que salimos esta madrugada de Madrid, sólo nos apetece descansar. Mañana será un día duro.

 

Domingo 6 de agosto 2006: al lago Nakuru

 

Nos levantamos a las 7,00 y tras desayunar y dejar parte del equipaje en el hotel, llevando sólo lo necesario para cuatro días de viaje, salimos de Nairobi por la carretera A104. La travesía desde Nairobi hasta Nakuru es muy bonita. Desde los 1700 m de altitud a los que se encuentra Nairobi, hemos ascendido hasta más de 2600 m atravesando una zona montañosa. Desde arriba se ve una panorámica excepcional del valle del Rift. Vemos al pasar por las poblaciones gente muy arreglada. Dice Paul que van a misa y que arreglarse es un signo de distinción. En realidad, más que circular, lo que hacemos en algunos tramos es trotar por la “carretera”. Bajamos hasta Nakuru (1800 m) localidad de 50.000 habitantes muy cerca del lago del mismo nombre. La ciudad bulle. Hay muchos autobuses escolares llevando a los alumnos de excursión. Tras los trámites de entrada al Parque Nacional, atravesamos éste por inmensos bosques de acacias hasta nuestra zona de acampada donde, tras alojarnos en las tiendas correspondientes, tomamos un ligero almuerzo que nos ha preparado nuestro cocinero Peter: sándwich de embutido de ternera y queso, con tomate y pepino. Ya empezamos con las dudas de qué comer, qué estará bien lavado o no, etc. etc. Me apresuraré a decir que en los veintitantos días que hemos estado en Kenia y Tanzania, no hemos sufrido ninguna alteración gastrointestinal de ningún  tipo. Eso sí, siempre hemos procurado lavarnos las manos y pelar en lo posible las frutas y hortalizas. El agua siempre la hemos tomado embotellada o hervida (en el Kilimanjaro).

 

Parque Nacional del Lago Nakuru

 

Lo que más destaca en este enclave es la enorme mancha de color rosa que se extiende más allá de donde alcanza nuestra vista. Son miles y miles de flamencos (ver foto) que buscan su alimento en las aguas salinas de este lago. Es también un paraíso para los ornitólogos. Se han censado casi quinientas especies de aves. También destacan los extensos bosques de acacias donde campan a sus anchas miles de animales. Tras atravesar innumerables senderos llegamos hasta la zona de acampada, al lado de un arroyo. Las tiendas de lona nos protegen del viento frío que se está levantando y de la lluvia que no ha dejado de caer desde hace algunas horas. Repetimos lunch. A las 15 horas nos ponemos en marcha para visitar el parque. No podemos quejarnos en esta primera visita a un espacio natural de Kenia: hemos visto manadas muy numerosas de impalas, gacelas de Thomson, gacelas de Grant, cebras, búfalos… También se observan babuinos, rinocerontes blancos, jirafas, facóqueros… algún que otro eland, pájaro secretario, alcelafo de Coke, antílope de agua o defassa, y al final de la tarde, ¡ el leopardo ¡, descansando sobre una rama de acacia. Todo está muy embarrado. La lluvia no cesa. Ya casi de noche, volvemos al campamento. A las 19,30 Peter nos sirve la cena: arroz, asado de ternera, verduras, piña y mango. Un rato de charla en la tienda-cocina del campamento antes de irnos a dormir. En el campamento hay una total oscuridad. Son sólo las 9 de la noche de aquí. ¡Quién nos hubiera dicho en España que a esa hora nos íbamos a ir a dormir! Sigue lloviendo. Ruidos nocturnos debidos a los babuinos que rodean las tiendas buscando restos de comida.

 

Vista general del lago Nakuru

Jirafa

(Giraffa camelopardalis)

Búfalo

 (Syncerus caffer)

Antílope defassa

 (Kobus ellipsiprymnus)

Rinoceronte blanco

(Ceratotherium simun)

Estas fotos podéis verlas a su tamaño original en los enlaces que he indicado al principio y al final de esta página

 

 Lunes 7 de agosto 2006: de Nakuru a Masai Mara

 

Nos despierta el ruido de cientos de  pájaros y los cocineros que empiezan a preparar el desayuno. Son las 7 de la mañana. Me aseo en la única fuente que hay en el campamento y ya estoy listo para el desayuno: té, huevos revueltos, mantequilla, mermelada y papaya. Los babuinos aprovechan cualquier descuido para llevarse comida. Recogemos la tienda y nos encaminamos hacia la salida del Parque. Hoy también vemos gran cantidad de animales. Es temprano y éstos se dejan ver más a estas horas. El día se ha levantado nublado y llovizna de vez en cuando.

Al cabo de una hora de viaje, dejamos la carretera principal y tomamos unos caminos (por llamarlos de algún modo) muy mal conservados. La lluvia hace que estén completamente embarrrados. Ello unido a su estado de conservación hace que la conducción sea extremadamente peligrosa, y si no habría que preguntarle al conductor de este camión, al que hubo que sacar con un tractor del agujero en que se había metido. Este percance nos retrasó más de una hora.

Estamos a más de 2600 m de altitud. El paisaje es muy verde. Mucho pasto. Cientos de vacas y ovejas por todos lados. Seguimos la ruta, que se hace interminable. Hay que parar varias veces para poder salir del barro: si creéis que exagero, mirad esta foto de las matatus atascadas en el barro.

Después de más de hora y media desde el último percance, llegamos por fin a una carretera en aceptable estado, que nos lleva en 20 minutos más a la localidad de Narok (“roca negra” en swahili). Compramos ramas y hojas de una planta que se utiliza como combustible: venden los sacos al borde de la carretera.

Tomamos carriles que a veces son auténticas colecciones de piedras de diferentes tamaños. ¡ Y creíamos que lo peor ya lo habíamos visto! Trotamos durante 40 Km. mientras atravesamos la tierra de los masai, a unos 1800 m de altitud. Es una sabana amplísima, con acacias y arbustos de varias especies. De vez en cuando nos cruzamos con rebaños de vacas y cabras guiados por masais. Vemos muchas mujeres que cargan leña en sus espaldas para llevarla a los poblados cercanos. Muchos niños, solos o en pequeños grupos, van por los caminos. Dice Paul que estos niños son capaces de enfrentarse a los leones con un simple palo que llevan como única arma, haciéndoles huir. Pero, por mi parte, también tengo noticias de que se producen muchas muertes de niños (y adultos) a causa de los leones, hienas…etc.

Tras una breve parada para tomar un picnic (la misma comida que ayer y antesdeayer), seguimos atravesando la sabana hasta llegar a Masai Mara. Nos alojamos en el campamento Spurwings y sin perder tiempo, dejamos las cosas en la tienda y salimos a hacer una ruta por la Reserva, antes de que anochezca. El paisaje es diferente al del PN Nakuru. Aquí hay menos árboles y mucho herbazal casi seco.

Durante el recorrido, vemos grandes manadas de ñúes (estamos en plena migración), cebras, búfalos, gacelas… Aparecen de vez en cuando jirafas, eland, alcelafos de Coke, marabúes en los árboles, gallinas de Guinea…. Veo por primera vez un árbol de las salchichas (Kigelia africana), llamado así por la forma que tiene el fruto.Todo esto en sólo una hora, que es el tiempo que faltaba para que cerraran el control de acceso a la Reserva.

Tras una reparadora ducha, cenamos puré de patatas, verduras y carne de ternera picada, piña y manzana. Estamos tan acostumbrados a ir dando botes en los vehículos, que cuando intento descansar en la tienda, todavía parece que estoy dando saltos. Durante la noche se han oído muy cerca los leones y las hienas, de caza nocturna. Tenemos un vigilante masai en el campamento. Ha pasado la noche en una pequeña choza, al lado de un fuego.

 

Martes 8 de agosto 2006: safari por Masai Mara.

 

La Reserva Nacional de Masai Mara ofrece una variedad inmensa de animales. Ello es debido a que se trata de una zona húmeda y fértil a la vez, lo que le proporciona una gran cantidad de hábitats diferentes. La abundancia de agua y la disponibilidad de comida son las dos principales razones de la abundancia de fauna en esta zona de Kenia, que se continua al sur, con el Parque Nacional Serengeti, ya en Tanzania.

A las 9 de la mañana comenzamos la expedición por la Reserva. Destacaré la siguiente escena de caza: tres guepardos han conseguido cazar un topi y se lo empiezan a comer a pocos metros de nosotros. Los buitres y marabúes esperan su turno. Después les tocará a los chacales, que se mantienen a distancia. Paul nos dice que los guepardos no se comen las entrañas del animal para que el olor no atraiga a las hienas. He contado el tiempo: en 20 minutos, los buitres han dejado totalmente limpios los restos del topi que han comido los guepardos. Observo que el marabú no arranca la carne, sino los trozos grandes de intestino. Debe ser porque su pico es muy grueso.

Más tarde, vemos leones a los que no parece importarles nada nuestra presencia. Ya están acostumbrados a ver matatus por todos lados. Manadas inmensas de herbívoros caminan muy cerca de ellos.

Vamos hacia el río Mara, ya muy cerca de la frontera tanzana. Observamos hipopótamos y cocodrilos en una zona vigilada por el ejército. Comemos al lado del río. Muy cerca, una cigüeña de pico amarillo (Ciconia abdimii) acecha posada en una roca cerca del agua. Al otro lado, un enorme lagarto monitor del Nilo (Varanus niloticus) está tumbado sobre una roca. Por las cercanías, observamos carracas de babero lila (Coracias caudata),  abejarucos, avutarda de kori (Ardeotis kori), monos de cara negra (Cercopithecus aethiops), lagartos de Agama (Agama agama), buitres de varias especies, facóceros…

Ya por la tarde, continuando el safari, vemos un pequeño altercado entre dos leonas que se disputan al mismo león. Una de ellas se acerca varias veces a él y éste, cansado ya de tanta insistencia, ruge muy fuerte lo que hace que la leona se separe varios metros y no vuelva a intentarlo. La otra, que al parecer es la preferida del león, no se separa de su lado. Cerca del trío, un rebaño de ñúes no pierden ojo, por si acaso.

También hemos sido testigos de un intento de acercamiento de dos leonas a dos ñúes. Se han ido aproximando escondidas entre la hierba y cuando estaban cerca, se han tumbado bajo un árbol. La dirección del viento no parecía favorecerles, pero los ñúes no se habían percatado de su presencia.

En una zona cercana a un arroyo, con mucha vegetación, hay una cría de leopardo sola. Muy cerca, un ganso egipcio, tórtolas de Kenia… En una zona boscosa cercana, una familia de elefantes (un macho, tres hembras y cuatro jóvenes) cruzan delante de nuestra matatu, como si tal cosa. Al frente, una fila larguísima de búfalos caminan entre los árboles. En un promontorio cercano, un joven león observa la inmensa llanura. Se trata de un “soltero” también llamados leones “nómadas”, es decir, un joven macho que aún no ha conseguido manada y que caza solo o, a veces, acompañado de otros que están en su misma situación. Mas ñúes, gacelas de Thomson, gacelas de Grant, topis… A las 17,30 h salimos de la Reserva. Ha sido un safari espectacular.

 

 

Vista general de la sabana

Ñúes (Connochaetes taurinus) en migración

Guepardos cazan un topi

Buitres y marabúes acaban con los restos del topi

Avestruz (Struthio camellus)

Leona (Panthera leo) al acecho

Matatus cruzando arroyos

Hipopótamos (Hippopotamus amphibius) en el río Mara

Leona cazando un ñú

La leona intenta transportar al ñú a su refugio

Estas fotos podéis verlas a su tamaño original en los enlaces que he indicado al principio y al final de esta página

 

Miércoles, 9 de agosto 2006: safari en Masai Mara. Vuelta a Nairobi.

 

Por la mañana continuamos nuestro safari por Masai Mara. Si ayer quedamos sorprendidos por la gran cantidad de fauna que pudimos observar, el día de hoy ha sido también muy completo. Eso sí, para ver cosas interesantes es mejor levantarse muy temprano. Las horas del alba son las mejores para la observación de la fauna. A las 6,30 h de la madrugada ya estábamos en marcha. Nada más entrar en la Reserva, observamos a tres leonas que acaban de cazar un ñú. La verdad es que sólo una de las tres está jadeante, las otras dos están cerca y no parece que hayan intervenido mucho en la caza. Se limitan a mirarnos y al rato dejan al ñú, todavía vivo, y se retiran unos minutos a un charco cercano rodeado de arboleda. Al poco, la leona que parece que es la que ha cazado al ñú, vuelve donde está éste retorciéndose aún y le muerde en el cuello, acabando con su vida. Después se come de un bocado los testículos del animal, al parecer para romperle la parte del abdomen por donde es más fácil empezar a comer, y acto seguido lo intenta alejar del sitio para llevárselo al refugio. Está muy cansada y sólo consigue arrastrarlo unos metros. Las otras leonas esperan cerca. Juegan entre ellas.

Seguimos el recorrido: por el camino se atraviesa un serval (Felis serval), animal difícil de ver. Más allá corretean unas gallinas de Guinea (Numida meleagris) cerca de unos correlimos. También aparece una cigüeña común, avestruces, milano negro, buitres… Una manada de elefantes se ve a lo lejos. Y de pronto, sale de la maleza, frente a nosotros, una hiena moteada (Crocuta crocuta). Jirafas, gacelas y avutarda de Kori completan la lista de animales que hemos podido observar ya de vuelta al campamento.

Desayunamos a las 9,30 h y a continuación nos preparamos para salir hacia Nairobi por la misma “carretera” que traíamos a la ida. O sea, nos espera un buen rato de trotar. La última parte de la ruta la hacemos por una carretera donde los coches circulan por los arcenes: no tengo ni que decir en qué estado de conservación se encuentra. Vamos saliendo de la zona masai y entramos en la zona kikuyu (otra tribu importante de Kenia). La carretera asciende y se aprecia desde arriba una vista espectacular del valle del Rift. Atravesamos un bosque muy denso, la carretera mejora. Paul nos dice que esta carretera fue construida por prisioneros italianos bajo dominación inglesa.

Llegamos por fin a Nairobi después de atravesar numerosas avenidas con un tráfico muy intenso. La humareda producida por los coches es muy molesta. A las 17,00 h estamos en nuestro hotel. Después de las “comidas” de estos días decidimos cenar algo diferente: hoy hay en el menú del hotel perca del Nilo. La pruebo. Tiene buen sabor pero muchas espinas. Acompaño con una cerveza keniata (Tusker), arroz, patatas y postres variados.

 

Jueves 10 de agosto 2006: Nairobi-Moshi

 

Temprano tomamos el bus de línea de la compañía Impala que hace la ruta Nairobi-Arusha-Moshi. Por la carretera A-104 (en buen estado) llegamos a la frontera con Tanzania, en Namanga, en tres horas de recorrido. Los trámites en ambas fronteras duran 40 minutos aproximadamente. Mucho bullicio, muchas mujeres vendiendo recuerdos. Muchos camiones y furgonetas de turistas.

Seguimos hacia Arusha por la misma carretera, bordeando el área protegida del Lago Natrón y Mto Wa Mbu. El terreno es casi desértico pero a medida que nos acercamos a Arusha se vuelve más verde. Tras 1h 40 minutos desde la frontera, llegamos a Arusha. Se quedan Elena y su novio alemán Paul, que están haciendo una ruta parecida a la nuestra. Cambiamos de bus y nos dirigimos a Moshi por la A-23 (en buen estado, pero con muco tráfico: es la carretera que va a Mombasa). Llegamos al hotel Springlands a las 15,30 h. Muy acogedor, con jardines muy cuidados y piscina, pero con mosquitos. Hay mucho movimiento en el hotel. Se nota que es punto de partida y llegada de los safaris y treking al Kilimanjaro.

 

Viernes 11 de agosto 2006: Moshi-Parque Nacional Tarangire

 

Llegan los guías que nos van a acompañar en este nuevo programa de safari, junto a los 4x4 acondicionados para las expediciones. A unas 3 h de Moshi, atravesando la sabana masai, se encuentra el Parque Nacional Tarangire. En la misma entrada aprovechamos para reponer fuerzas con un picnic a base de pollo, huevo duro, empanada de verduras, chocolate, bollo, plátano y naranja. Al menos los picnic de aquí son mejores y más abundantes que los que nos daban en Kenia.

 

Parque Nacional Tarangire

 

Esta área protegida es Parque Nacional desde 1970. La altitud media son 1100 m. Su importancia radica en que es una de las pocas zonas con agua durante la estación seca, gracias a que está recorrida por el río Tarangire. Destaca la gran concentración de elefantes durante todo el año. Es también la zona de los baobab (Adansonia digitata), árboles conocidos por su longevidad. Viven en él gran cantidad de aves, bien sedentarias o emigrantes.

Nada más llegar vemos una conjunto de 3 leonas y 9 crías, tumbadas en la orilla del río. Cerca, una manada de elefantes se acerca a beber y bañarse en las pozas. Impalas, cebras, ñúes, babuinos… cerca de un árbol de las salchichas (Kigelia africana). Los babuinos se suben al árbol, cogen las salchichas y las tiran abajo donde las recogen otros. Hemos observado que cuando los babuinos se suben a los árboles avisan, con saltos y gritos, a los impalas de la posible llegada de algún depredador. Además los impalas se aprovechan de la comida que tiran desde el árbol los babuinos.

El impala macho dominante puede llegar a tener un harén de más de 30 hembras. He contado cuarenta individuos, entre hembras y crías, alrededor del impala macho. También hemos visto una manada de impalas “solteros”, es decir, aún sin harén. Completamos el recorrido alrededor del río viendo avestruces, estorninos soberbios, monos de cara negra, gallinas de Guinea, ibis comunes (Plegadis falcinellus), cotorras grises (Corythaixoides concolor), hamerkop (Scopus umbretta), gansos egipcios, facóqueros, abejarucos menores (Merops pusillus), Dik-dik de Kirk (Madoqua kirkii), antílopes de cañaveral (Redunca redunca), perdices, cigüeñas, lagarto monitor del Nilo, jirafas, búfalos….

Salimos muy satisfechos de la vista al Parque y nos encaminamos por una carretera en excelente estado hasta el campamento Twiga, situado muy cerca del Lago Manyara, en la población de Mto-Wa-Mbu. 900 m de altitud. Estrenamos tiendas de campaña, pero son tiendas de verano y hace frío por la noche. Cenamos a base de sopa de cebolla, ternera con zanahorias y arroz. Veo el cielo limpio que tanto se celebra en África: perfectamente visibles, encima de nosotros, la Vía Láctea y la constelación de Escorpio.

 

Vista general del PN Tarangire

Baobab (Adansonia digitata)

Impala macho (Aepyceros melampus)

Árbol de las salchichas (Kigelia africana)

Elefantes en el Tarangire

Estas fotos podéis verlas a su tamaño original en los enlaces que he indicado al principio y al final de esta página

 

Sábado y domingo, 12 y 13 de agosto 2006: Lago Natron

 

El campamento Twiga es muy jaleoso. ¡Vaya concierto desde las 5 de la madrugada!: grillos, pájaros, radio de los cocineros… y por si fuera poco, el desayuno lo hemos tomado rodeados de abejas por todas partes. Se levanta un día soleado pero fresco. La ruta de hoy hasta el lago Natron resulta pesadísima. Interminables y polvorientos caminos de tierra tenemos que atravesar durante cuatro horas. El paisaje es semidesértico. Pasamos por poblados masais con muchos rebaños de vacas y ovejas. En alguno hay que pagar 5 $ para pasar. Así estas poblaciones se benefician también del turismo. Descendemos poco a poco desde 1300 m de altitud. La pista empeora a medida que avanzamos. Hace muchísimo calor, pero el viento fresco lo compensa. Empezamos a ver a nuestra izquierda dos volcanes: Oldoinyo Kerimasi (2583 m) y el mítico Oldoinyo Lengai (2879 m), considerado monte sagrado por los masais, único volcán activo en la parte tanzana de la falla del rift. La última erupción tuvo lugar en enero de este mismo año.

Seguimos cruzando la desértica sabana y las torrenteras que han formado los ríos de lava de los volcanes. Por una de ellas baja un río de aguas cristalinas ¡ en pleno desierto ! Llegamos por fin al campamento del lago Natron. No es un campamento bien acondicionado, sobre todo en aseos. Tomamos un picnic parecido al de ayer.

Se puede hacer una excursión al monte sagrado de los masais, el citado Oldoinyo Lengai. La ascensión es dura, casi 11 horas por terreno pedregoso-arenoso. Hay que salir de noche para evitar las horas de máximo calor. Este volcán tiene una peculiaridad: es el único que existe en el mundo con lava carbonatita. Además tiene unas vistas excepcionales desde lo alto. Su cráter tiene también unas estructuras volcánicas increíbles.

En los alrededores, a una hora de camino, se puede visitar una cascada encajada en un bonito desfiladero. Hay pozas para bañarse ( ¡ cuidado con las aguas de baño, incluso las que parecen cristalinas ! ). Hay que llevar calzado adecuado para andar sobre rocas mojadas y para atravesar el río. Es extraño que estando tan cerca de un poblado, no haya niños ni adultos bañándose con el calor que hace. Mientras nos bañamos, llega un grupo numeroso de españoles con los que nos quedamos un rato. Más tarde, en el campamento, se une un grupo de italianos. Esta noche hace mucho viento. Las tiendas son zarandeadas con fuerza. Resulta difícil dormir, y eso que estamos realmente cansados por la paliza del viaje de esta mañana y la excursión por el desfiladero del río.

 

Lago Natron

 

Es un lago alcalino, situado casi en la frontera con Kenia, a 600 m de altitud. En él se produce durante la estación seca una intensa evaporación. Se observan flamencos enanos y rosas (Phoenicopterus minor y Ph. ruber), espátulas, cigüeña de pico amarillo (Ciconia abdimii), limícolas de varias especies, tórtolas reidoras (Streptopelia senegalensis), pájaro secretario (Sagittarius serpentarius), avefrías (Vanellus armatus, V. coronatus), cigüeñuelas (Himanthopus sp), garza común (Egretta garzetta). Nos quedamos un rato observando la fauna. Hace un viento muy fuerte. A la vuelta, en los árboles cercanos, un grupo de dromedarios (Camelus dromedarius) comen hojas y ramas. En el campamento, los cuervos de collar blanco (Corvus albicollis) no dejan de aletear alrededor de las tiendas. Comemos espaguetis con ternera y menestra de verduras. Una pareja española ha enseñado a los cocineros a hacer tortilla de patatas de verdad, porque lo que por aquí llaman tortilla española son sólo huevos y verduras revueltas. Descansamos por la tarde: se hace necesario a medida que se acumulan las horas de viaje por malas carreteras, las caminatas, el frío de noche en las tiendas…. Aprovecho para ir tomando notas en los cuadernos de campo. Cenamos ya totalmente de noche, con miles de estrellas y la Vía Láctea sobre nosotros.

 

Oldoinyo Lengai

Curso de agua sobre lava

Cascadas

Vista general del Lago Natron

Dromedarios (Camelus dromedarius)

Estas fotos podéis verlas a su tamaño original en los enlaces que he indicado al principio y al final de esta página

 

 

Lunes, martes y miércoles (14, 15 y 16 de agosto 2006): Safari en Serengeti

 

El trayecto desde el lago Natron hasta el Parque Nacional de Serengeti es muy largo y duro. Se bordea el lago y el área del Oldoinyo Lengai a medida que se asciende por una pista muy empedrada. El ascenso dura más de una hora y se llega hasta un promontorio desde donde se observa una vista espectacular del lago Natron. Se sigue ascendiendo por las tierras altas de los masais atravesando áreas casi desérticas. Al cabo de unas horas, el paisaje empieza a cambiar: aparecen las tierras húmedas y verdes. Los poblados masais parecen más desarrollados que los de la zona del lago. Hay casas mejor construidas, colegios y hospitales. Alcanzamos una altitud de unos 2000 m. Desde ahí comienza el descenso hasta la entrada del Parque Nacional Serengeti por Tanapa, donde paramos un rato para tomar un picnic. Tras los trámites de entrada, seguimos por una pista arenosa adentrándonos en el Parque hasta la zona conocida como Lobo, en el noreste, donde se encuentra nuestro campamento. Estamos a 1700 m de altitud y hemos tardado siete horas desde el lago Natron.

El campamento se encuentra en un promontorio granítico desde donde se divisa la gran llanura. Nos dicen que muy cerca de aquí se apostan de noche los leones para cazar, pero que no nos preocupemos porque no suelen acercarse a las personas. El campamento no tiene valla ni nada por el estilo que lo separe del exterior. Afortunadamente (lo digo por los ruidos cercanos de hienas y leones toda la noche) sólo hemos dormido una noche en él. El otro campamento que utilizamos se encontraba fuera del parque Nacional, en la zona de Ikoma, donde abundan las acacias de sombrilla (Acacia tortilis) y las acacias silbadoras (Acacia depranolobium), llenas de agallas producidas por insectos.

 

Parque Nacional Serengeti

 

Este Parque es una continuación por el sur de la Reserva Masai Mara. No hay frontera natural entre ambas zonas, sólo política. Es el parque más famoso de Tanzania y cubre una extensión de 14763 km2. Al ser mucho más extenso que Masai Mara, los animales no son tan visibles, se encuentran más desperdigados. Hay más variedad de hábitat. El mayor espectáculo que puede observarse en él son las migraciones anuales de miles y miles de herbívoros. Todo el parque está salpicado de promontorios graníticos llamados kopjes, algo parecido a nuestros berrocales, pero con menos rocas y éstas son más grandes. Estos kopjes son fundamentales para algunas especies que los utilizan como refugios, posaderos, zonas de caza, etc.

En estos tres días que ha durado nuestro safari hemos podido apreciar la gran cantidad de fauna que lo habita. Nos han llamado la atención escenas de cortejo entre jirafas, el intento de caza de un águila sobre un grupo de gallinas de Guinea que, al final, hicieron huir a la rapaz ¡ atacándola ¡, las aproximaciones de unas leonas a un grupo de cebras, que saben mantener perfectamente a distancia a los felinos, las piscinas de los ríos llenas de hipopótamos, grandes manadas de elefantes, leopardo subido a un árbol en mitad de la sabana, guepardo solitario descansando a la sombra de un arbusto, más leonas al acecho de un grupo de gacelas de Thomson, cocodrilos cerca de la orilla a la espera de algún animal despistado, etc. Otros animales que se pueden ver fácilmente son: hienas manchadas, ardillas de tierra, damanes de rocas, mangostas ralladas, jirafas, pollas de agua, ibis, lagartos de Agama, búfalos, gacelas, saltarocas, tórtolas de varias especies, águilas de varias especies, abejarucos, avestruces, avefrías, babuinos, mochuelos, avutarda de kori, antílope de cañaveral, lavanderas boyeras, facóqueros, cálaos de varias especies, carraca de pecho lila, urracas, pájaro secretario, alcaudones y hasta una cobra negra escupidora (Naja nigricollis woodi) cruzando el camino por delante de nuestro vehículo.

 

Para visitar Serengeti, lo mejor es dedicar cada día a una zona del Parque. Es fundamental la visita a los alrededores de los ríos Seronera y Grumeti. Además de la gran cantidad de fauna que podréis ver, son los ríos que atraviesan los ñúes, las cebras y muchas otras especies en su migración. Tienen un gran bosque de ribera donde destacan las acacias de corteza amarilla (Acacia xanthophloea).Tampoco se puede dejar de lado un safari por la gran llanura, un inmenso pastizal salpicado de kopjes y unos cuantos árboles.  Estas dos zonas son muy diferentes desde el punto de vista ecológico. Podéis completar con una visita al Centro de Interpretación del Serengeti, donde hay bastantes paneles explicativos de los ecosistemas del parque, además de una gran cantidad de aves que acuden por los restos de comida de los turistas. Es una zona estupenda para fotografiar de cerca a estas aves. Puedes esperar sentado tranquilamente y en pocos minutos habrás visto una gran cantidad de especies. También acuden muchos ratones de campo.

 

Buitre (Torgos tracheliotus)

Saltarocas (Oreotragus oreotragus)

Amanecer en Serengeti

kopje

Redunca de cañaveral (Redunca redunca)

Cebras en río Grumeti

Cebra herida

Damán de roca (Heterohyrax brucei)

Lagarto de Agama macho (Agama agama)

Dik dik de Kirk (Madoqua kirkii)

Hipopótamos (Hippopotamus amphibius)

Aspecto del río Seronera

Vista general de la gran llanura del Serengeti

Garceta (Egretta garzetta)

Buitres comiendo un cadáver

Estas fotos podéis verlas a su tamaño original en los enlaces que he indicado al principio y al final de esta página

 

 

Jueves, 17 de agosto 2006: garganta de Olduvai y llegada al cráter del Ngorongoro

 

Después de una nueva visita matutina al Serengeti, nos encaminamos hacia la garganta de Olduvai, sitio de paso para llegar al cráter del Ngorongoro. Esta garganta, situada a 1400 m de altitud, está considerada “cuna de la humanidad” por la extraordinaria importancia que tiene al haberse encontrado restos fósiles de Homo habilis y Australopithecus boisei. Cerca, en Laetoli, se encontraron también las marcas de pisadas más famosas del registro fósil con 3,6 millones de años de antigüedad (Australopithecus). Por tanto, merecía la pena dedicar la tarde a visitar el lugar y su pequeño museo donde se exponen paneles informativos de los trabajos de excavación de la familia Leakey, así como restos fósiles de animales (algunos ya extinguidos), fotografías y una maqueta de las pisadas de Laetoli. Dan charlas explicativas de la importancia de la zona en una cabaña situada frente al museo, desde donde se divisa una vista espectacular de la garganta.

 

Vista general de la garganta de Olduvai

Maqueta de las pisadas fósiles de Laetoli (Museo de Olduvai)

Recreación del ambiente en que se originaron las pisadas

Herramientas de homínidos (Museo de Olduvai)

Restos fósiles (Museo de Olduvai)

Estas fotos podéis verlas a su tamaño original en los enlaces que he indicado al principio y al final de esta página

 

Después de la visita, seguimos por la infernal pista polvorienta y pedregosa que nos ha traído hasta aquí y vamos ascendiendo hasta los 2400 m. Estamos llegando al borde del cráter del Ngorongoro, donde se encuentra nuestro campamento, Simba. La vista del cráter es excepcional, sobre todo a estas horas del anochecer. Se empieza a levantar un viento fresquito que vaya, vaya… Debajo de nosotros, el cráter. Encima, un extraordinario cielo estrellado y, enfrente, dos elefantes y búfalos que, según parece, son asiduos visitantes del campamento.

 

Viernes 18 de agosto 2006: Ngorongoro

 

Casi tres horas de la mañana las hemos dedicado a visitar el cráter del Ngorongoro. Se accede a él desde arriba, por una cuesta pedregosa y muy empinada (se bajan 600 m casi de golpe) que atraviesa un bosque muy bien conservado. El día está muy nublado. No es la imagen previa que uno tiene de esta zona. Destaca abajo el lago Eyasi, muy escaso de agua en esta estación. Cerca de él, cebras, hipopótamos (fuera del agua), gacelas, ñúes, búfalos… pasean o pastan tranquilamente. También hay muchas aves acuáticas. Más tarde, nos acercamos a una zona donde tienen su cubil un grupo de hienas moteadas. Vemos algunas de ellas con las crías. Varios grupos de leones ocupan algunas elevaciones del terreno. A lo lejos, escondido entre la hierba, vemos un rinoceronte negro (Diceros bicornis). Este animal es muy difícil de ver. Se esconde del hombre debido a la gran persecución de que ha sido objeto durante decenios. Su población ha disminuido enormemente. Es el único ejemplar que hemos visto en nuestro safari por Kenia y Tanzania.

 

Atardecer en Ngorongoro

Lago Eyasi desde el borde del cráter

Flamenco enano (Phoenicopterus minor)

Grulla coronada de cuello gris (Balearica regulorum)

Hiena y su cría en el cubil

Hiena moteada (Crocuta crocuta)

Ñúes

León y leona

Hipopótamos

Bosque en las laderas del cráter

Estas fotos podéis verlas a su tamaño original en los enlaces que he indicado al principio y al final de esta página

 

Después de la visita al Ngorongoro, volvemos a Moshi. Atravesamos gran parte de los bosques existentes en la reserva del Ngorongoro, muy espectaculares. Paramos brevemente en un mirador desde donde se observa muy bien el lago Manyara (ver foto). Y llegamos a Moshi a tiempo de informarnos bien de los pormenores de la subida al Kilimanjaro, que empezaremos en breve. Pero esta excursión a la montaña mítica de África nos ocupará otra página. Os invito a verla, pulsando Visita al Parque Nacional del Kilimanjaro.

 

Más fotos de la expedición a Kenia y Tanzania en:

 

http://lostejosmilenarios.spaces.live.com

http://lostemenos.spaces.live.com

http://cienciaydocencia.spaces.live.com

 

 

Enlaces para más información sobre Kenia y Tanzania:

 

www.kenyalogy.com

www.naturekenya.org

www.tanzaniaparks.com

www.ikuska.com/Africa/Paises/Tanzania.htm

www.geocities.com/Yosemite/George/8530

 

 

 

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